¿Cuál es el significado de «Yucatán»?

Conrado Roche Canto (1977)

Como es sabido, existen varias etimologías del nombre de nuestra Península, siendo la más común la que recogieron los viejos libros de “Historia Patria” creada por la imaginación de los primeros cronistas, y es que la que tiene como origen, un poco ingenuo, la respuesta dada por los naturales a los conquistadores que preguntaban por señas, el nombre de esta tierra, y que explican de diversa manera el propio D. Hernán Cortes y el padre Landa, entre otros.

En la primera de las cartas de relación de Cortes, se asienta refiriéndose a los primeros descubridores de Yucatán “No sabiendo lo que se decían la intitularon Yucatán porque los dichos primeros descubridores, como llegasen allá preguntasen a los indios naturales de dicha tierra que como se llamaba aquella tierra, y los indios, no entendiendo lo que les preguntaban, respondían en su lengua y decían, Yucatán, Yucatán, que quiere decir no entiendo, no entiendo, así los españoles descubridores pensaron que los indios respondían que se llamaba Yucatán y en esta manera se quedó impropiamente aquella tierra este nombre Yucatán”. Se comenta ¿hay alguna palabra maya Yucatán?

La versión de Landa que hasta menciona el nombre del supuesto creador del vocablo, dice “respondieron CIUATHAN, que quiere decir “Dicenlo”, y que los españoles la llamaron Yucatán, y que esto se entendió de uno de los conquistadores viejos llamado Blas Hernández que fue con el Adelantado la primera vez.

Surgiendo la idea inicial de las toponimias citadas, han surgido otras más aprovechando lo dúctil del idioma maya, buscando palabras que por su fonio, se prestaran al equívoco de entenderlas como Yucatán. Unos dicen, tal vez los más: “MA TIN NAATIC A THAN” otros “UY U THAN”. Y aún hay una etimología que, de no existir prueba documental, se tomaría como inobjetable, y es la siguiente: El ingenioso creador de esta etimología, dice que cuando llegaron los primeros españoles a las costas peninsulares, trajeron gran cantidad de baratijas para “trueque”, entre ellas que abundaban los collares que, por señas, indicaron a los indios eran prendas para uso de las mujeres, y que al correr la voz de los primeros en recibir dichos collares, acudieron otros indios en gran número pidiendo insistentemente dichos collares diciendo “YUC C A’ ATAN YUC C’ ATAN”, que quiere decir, collares para nuestras esposas. En esta versión no hay nada forzado, y acusa un gran ingenio, pues se dice textualmente Yucatán, es una situación muy posible.

Dichas las anteriores etimologías, a continuación se da la que por lógica parece ser la auténtica etimología de Yucatán, aunque no esté difundida como debiera estarlo.

La segunda expedición de conquista, en 1518, encabezada por Grijalva, ya iba a una tierra bautizada con el nombre de Yucatán, según el cronista Bernal Díaz del Castillo. Recordemos, al respecto, la siguiente anécdota de la que fue protagonista el propio historiador, que se refiere al origen de Yucatán: Dice que cuando estaba en Cuba con la euforia de preparar la segunda expedición le dijo nada menos que Diego Velázquez “Y de unas platicas en otras, me dijo que si estaba bueno para volver a Yucatán, y riéndome le respondí que quien le puso nombre Yucatán, que allá no se llama así. Y me dijo que los indios que trajimos lo decían”.

Y la forma en que lo dijeron, según la versión de don Bernal, fue la siguiente: refiriéndose a Julianillo y Melchorejo (dos indígenas mayas que servían de traductores), dice que “Les mostraban los montones de donde ponen la yuca, y los indios decían tlati por tierra en que plantaban por manera que yuca con tlati quiere decir Yucatán”

Es claro, el error del ilustre historiador, en la versión transcrita, pues tlati no quiere decir tierra en lengua maya sino en náhuatl, que era el idioma aborigen que seguramente conocía, pero la forma en que pinta el nacimiento de dicho nombre es absolutamente lógico, como antes se dijo más para que se comprenda bien, es menester interpretar el cuadro, sobre la base de lo dicho por Díaz del Castillo. Yo por ejemplo, me imagino así, o más o menos, el nacimiento de la palabra Yucatán:

A Julianillo y Melchorejo los tienen desenterrando yucas, las cuales han colocado al borde del agujero  de donde las han sacado, el cual deber ser de profundidad poco común, estando también al borde del propio agujero, el montón de tierra extraída del mismo, alguien les preguntaría, señalando hacia el montón de tierra junto al multicitado agujero, tal vez indicando con el dedo, el cual se dirigía hacia donde estaba la tierra, y el hoyo donde fue extraída, como se decía tierra en maya, y alguno de los interrogados, creyendo que les preguntaban algo respecto a la excavación y no por la tierra que estaba junto, puesto que señalaban a ambas cosas, respondió: Tan, para decir que era hondo, pero como el que interrogaba se refería a la tierra, creyó que a ella se refería también la respuesta, y que tan quiere decir tierra en maya y a partir de entonces uniendo Yuca con Tan nació el nombre de Yucatán, pero con el equívoco idiomático de que su etimología no es yuca y tierra, sino Yuca y Hondo, que es lo correcto, y así se lo dijo Velázquez a Bernal Díaz y así lo refirió este en su historia.

Lo anterior es importante, pues echa por tierra la etimología más generalizada de que Yucatán viene de MA TIN NAATIC A THAN, porque esto solamente pudo haber sucedido en la primera expedición de Hernández de Córdoba pues ya vimos que para la segunda ya salió para Yucatán, y es inconcebible que Díaz del Castillo, que estuvo en esa primera expedición no hubiera conocido ese nombre y esa etimología, máxime que los expedicionarios eran pocos, de modo que todos debían estar enterados de que la tierra en que tan mal les había ido, se llamaba Yucatán, y que Diego Velázquez también los ignorara

Se pretende con lo anterior, aportar algo para definir la etimología de Yucatán, pues si para los conquistadores, por ejemplo, con toda razón, no le encontraba ningún significado para llamarla “impropiamente Yucatán”, para nosotros, los yucatecos nacidos aquí, si es un nombre entrañablemente importante, cualquiera que hubiera sido su origen.

Etimología de Yucatán

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